Nº 24 Treinta años después… en español
ISSN: 2007-2791
Páginas: 184
Precio: $ 300.00 MXN
Noticia editorial
Hace unos meses, de manera inesperada y dolorosa para nosotros, y quizá plácida para él, falleció Marcelo Pasternac.
La historia del psicoanálisis en México no podrá escribirse sin incluir las varias etapas que, en su prolija vida, Marcelo Pasternac desarrolló en México. Quizá, a riesgo de equivocarnos y dejar alguna fuera, destacan dos de carácter público pero que se resumen en una sola postura que mantuvo a lo largo de la vida: su labor como transmisor del psicoanálisis lacaniano. Tanto en su faceta de sostenedor de un seminario a lo largo de muchas décadas, como en su labor como editor de publicaciones aferentes al psicoanálisis.
La bonhomía y disposición alegre de su carácter le hicieron allegarse de muchos amigos, entre los cuales los miembros del Comité de redacción de esta revista nos honra contarnos: de seguro vamos a extrañar tanto sus aportes a la revista, de la cual fue colaborador en muchas ocasiones, como su presencia, siempre alentadora y de apoyo, en todas nuestras actividades.
En este número, además, y gracias a la generosidad de su esposa, Nora Pasternac, incluimos un texto, escrito hace tiempo pero inédito, totalmente pertinente a los temas centrales de nuestra publicación: la función del psicoanalista a treinta años de la desaparición de Lacan, y el pasaje de lenguas que la enseñanza lacaniana tuvo y tiene como efecto clínico en la teoría y en la práctica en América hispánica. Si hay una consecuencia de la labor de difusión de Marcelo en México y el resto del continente, es sin duda la extrema delicadeza que asignó al trato del pasaje de lenguas del psicoanálisis al español. Sus múltiples trabajos al respecto lo atestiguan. Sin duda alguna, Marcelo Pasternac será siempre extrañado pero sobre todo recordado.
Acompañando a nuestro número, publicamos en esta ocasión en TEXTOS de una nueva traducción al español, debida a Elena Carramiñana, cuatro ensayos de Ralph Waldo Emerson, filósofo estadounidense que, desgraciadamente, pasó a desuso hace muchos años, pero cuya visión naturalista y espiritual de hombre y sociedad se hace muy necesaria en los tiempos convulsos y violentos que nos acechan.
Cumpliendo un ciclo más de la revista, ahora lo coronamos con la colaboración de Alejandra San Román, artista plástica oaxaqueña, quien muy generosamente nos ha donado permiso para reproducir como ilustración de portada y de cuarta de forros de este número dos piezas: Teoyale y Mar. A la maestra San Román, nuestro agradecimiento.